El pasado 12 de octubre teníamos a los niños en casa como
casi todas vosotras. Y esos días tienes que buscar plan para entretenerles. Sí
o sí.
Nosotros hemos decidido que es el momento de hacer turismo
por Madrid. Sí, tal y como lo leéis, madrileños haciendo turismo en Madrid.
Y es que, aunque parezca mentira, en 40 años viviendo aquí
no había entrado nunca al Templo de Debod.
Así que, dicho y hecho. Encaminamos nuestros pasos hacia
el Paseo de Pintor Rosales. Allí aparcamos el coche, no sin antes ver al
candidato Alfredo Pérez Rubalcaba que se metía en un coche dirección supongo
que al Palacio Real para la recepción de ese día. ¡Toda una anécdota!
Templo de Debod con la Plaza de España al fondo |
Una vez allí, intentemos montar primero en el Teleférico
pero había una cola enorme. Decidimos por tanto, visitar primero el Templo de
Debod. También había cola, pero menos.
Es un templo que tiene unos 2.200 años, que lleva
instalado en Madrid desde 1972 y es el único del Antiguo Egipto que puede
encontrarse en España. ¡Y yo 40 años sin
verlo! Es precioso y muy recomendable.
Luego, comimos en uno de los restaurantes de la zona. Esta
vez elegimos La Creperie. Teniendo en cuenta que vamos con niños siempre escogemos
uno facilito y familiar. No comimos mal pero fueron pelín lentos y su excusa
era que “sólo tienen dos planchas”. No es por ser borde, pero ese no es
problema del cliente. Si tienes 20 mesas y con dos planchas no das abasto, o
pones menos mesas o pones más planchas ¿no?
El caso es que yo, en un restaurante, siempre soy super
educada y pido las cosas con “las palabras mágicas” intentando tener muy
contento al camarero. Y os preguntaréis el por qué. Pues porque tuve una
compañera que había trabajado de camarera en un Vips y me confesó las
guarrerías-putadas que le hacían al cliente puñetero. ¡A mí sólo de pensarlo me
dan arcadas!
Después, a una hora en la que el resto sí estaba comiendo,
retomamos el Teleférico. En este sí que había montado pero hacía tantos años
que ni me acordaba.
Es otra actividad que recomiendo a todo aquel que visite
Madrid o a todo madrileño que no haya montado porque las vistas son
¡magníficas! Puedes divisar desde San Francisco el Grande, la Almudena junto al
Palacio Real y los edificios de Plaza España hasta las Torres Kio y las cuatro
Torres de Plaza Castilla aunque sólo ves tres porque la cuarta la tapa una de
ellas. No hace falta que te bajes en la Casa de Campo si no quieres. Puedes
volver directamente que es lo que hicimos nosotros de cara a evitarnos otra
cola de vuelta y/o todo el calorazo de Madrid a las cuatro de la tarde.
Lo cierto es que pasamos un día muy agradable. Hemos
pensado que la próxima visita cultural será al Palacio Real. ¡Este no lo
conocemos ninguno! ¡Tiene delito!
Y, por último y no
por ello menos importante ¡bienvenida número 14!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me hace mucha ilusión conocer vuestra opinión. Por favor, déjame un mensaje. Gracias.