Sin querer entrar en polémicas sobre si la Seguridad
Social lo hizo bien o mal o sobre si el dueño debe pagar lo que debe, quiero
mostrar mi más sincero apoyo al colegio Santa Illa.
Mi colegio.
Allí he pasado toda mi infancia y adolescencia. Y he sido
muy feliz.
Ya en otro post hablé sobre este periodo de mi vida y los
amigos que todavía conservo y que fueron compañeros del colegio.
Entre nosotros también existen discrepancias pero creo que
el haber estudiado en este colegio nos ha hecho tener un sentimiento especial
de unión. De hecho, en Facebook existe un grupo que se llama “Yo también
estudié en el Santa Illa” al que por supuesto, estoy apuntada.
Creo que recibimos una buena educación. Probablemente en
algunos puntos se hubiera podido mejorar pero ¡como en todo!
Sin embargo, al ser un colegio muy pequeño en el que todos
nos conocíamos, te daba la sensación de formar parte de una gran familia. Era
un “todos con todos”. Algo especial.
Y esta unión es la que, después de tantos años, permite
que tanto yo como mis hermanos conservemos nuestros amigos del cole. Hasta el
punto que cuento con amigas suyas y
hermanas de amigos míos como seguidoras del blog.
Me resultó muy triste ver al colegio en la prensa, dando
tan mala imagen, cuando han sido cincuenta y tres años de historia y de haber
educado a muchos niños. Algunos incluso muy bien reconocidos públicamente.
No digo más. Que los que lo dirigen lo hagan mejor y los
que nos gobiernan también para evitar espectáculos tan poco agradables para
todos.