Roma ya la conocía. Estuvimos hace unos 14 años y me ha
encantado rencontrarme con una ciudad tan bonita y romántica. Pero, ciertamente,
de este viaje me quedo sin dudarlo con Florencia.
Iba totalmente “virgen”. No me había molestado ni en mirar
una foto para ver cómo era ni leerme una guía. Y eso, creo que ha ayudado a que
me sorprenda tantísimo.
Volamos desde Madrid a Roma y allí alquilamos un coche y
subimos hacia Florencia. Son alrededor de tres horas de viaje en los que cruzas
las regiones de Lazio, Umbría y Toscana.
Florencia es la capital de la Toscana.
Como íbamos con coche, elegimos el hotel AC Firenze con
parking que está un poco apartado del centro ya que allí es dificilísimo aparcar. El hotel
estaba estupendo. Moderno y funcional. Desde allí, íbamos andando al centro sin
problemas. Son alrededor de unos quince minutos que nos venían fenomenal para
quemar la “ingesta masiva de calorías”.
Además también nos acercamos a Pisa, Lucca, Empoli (donde
vive mi prima con su familia) y Vinci.
¡Vamos que nos pegamos una paliza de cuidado! Sobre todo,
subiendo escaleras. ¡Qué barbaridad! ¡Qué agujetas! Pero yo ya que estoy no
pierdo la oportunidad de subir y verlo todo, todo, todo. (Como la del anuncio)
Os dejo unas fotitos que hice con el móvil. No son muy
buenas. Lo siento.
Y que decir de El Nacimiento de Venus de Botticelli
que está en la Galería de los Ufizzy.
O mirar desde el río Arno de noche hacia el Ponte Vecchio
y el otro lado de Florencia.
No hay nada que puedas decir que no te gusta. Es todo
precioso.
En cuanto al tiempo y la comida, pues a lo primero un frío
de narices y a lo segundo, buenísima como no podía ser de otra manera.
Y, por último, en cuanto a las compras, pues muchos libros
de los museos para los niños y alguna que otra cosa típica de la zona como unas
bandejas de madera pintadas con bonitos colores que no pienso utilizar como
bandeja si no como elemento decorativo en la pared.
Nos han quedado muchas cosas por ver y esperamos volver pronto con los niños para rematarlas: la Casa de Dante, el Bargello, el Palazzo Medici Riccardi, la iglesia gótica de Santa María Novella...
Nos han quedado muchas cosas por ver y esperamos volver pronto con los niños para rematarlas: la Casa de Dante, el Bargello, el Palazzo Medici Riccardi, la iglesia gótica de Santa María Novella...
En breve, os sigo contando más cosas sobre el viaje. Ahora
espero que hayáis disfrutado con este “pequeño” aperitivo.
Qué maravilloso es Italia. Gracias, me has hecho recordar mis viajes por esas tierras.
ResponderEliminarUn placer. El estar allí y el contártelo. Besos.
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