Cómo explicarle a un hijo que, en esta vida
y en más si las hubiera, no debemos nunca rendirnos. Y menos por miedos o
inseguridades.
Cómo intentar explicárselo o demostrárselo
cuando, a lo mejor, sin darnos cuenta, somos los primeros que nos rendimos. Soy
la primera que se rinde.
Ayer, el mediano me pidió que le quitara de
judo porque le ponían a pelear con los mayores y le hacían daño. Ya no le
gustaba Judo. Ya no le hacía gracia.
A nadie nos hace gracia que nos hagan daño.
A mi no me hace ninguna gracia que a mi hijo le hagan daño.
Pero, como le expliqué en el coche mientras
volvíamos a casa (que hay que ver que juego que da ese rato para las charlas maternales), en esta vida no te puedes rendir jamás. Ni siquiera ir para
atrás. Para atrás ni para coger carrerilla.
Él se había comprometido a seguir con el
judo y así debía ser. Independientemente de que ahora no esté tan a gusto como
antes. E independientemente de que le hagan daño. Por mucho que duela.
Por mucho que duela, debo enseñarle a mi
hijo a que las cosas se empiezan y se acaban. Que no nos podemos rendir. Que
hay que luchar. Que hay que luchar y pelear hasta el final. Podemos ganar o
perder pero siempre debemos intentarlo.
Es una lección de vida.
El me replicaba que el judo no es importante
para la vida. Y yo le contesté que, efectivamente, el judo no era tan
importante como el inglés u otra asignatura, pero que debía aprender a pelear.
A no rendirse. A no claudicar. Y menos
porque le hicieran daño.
Frente a ese dolor, la única sanación es la
pelea más fuerte contra aquel que te hace daño.
Yo, que sobrevuelo los cuarenta, tengo que
recordarme eso muchas veces. Y debo enseñarles a mis hijos con el ejemplo. Sobre todo a él que mañana comienza la década
de los diez…
Y lo escucharon los tres. Porque los tres
deben aprenderlo. Y, además, como dijo esta mañana el pequeño cuando pusimos en el
coche la banda sonora del musical del Rey León, “si lo dice en la canción hasta
el Rey León. No hay que rendirse nunca”
Cuanta razón, a veces es difícil explicarlo pero ellos seguramente bien lo ven en casa en la vida diaria y al final cala en ellos. .
ResponderEliminarBesos
Raquel
.
¡Eso espero! Que cale pero que cale sin que sufra mucho porque en el fondo me siento un poco mala madre por exigirle tanto. Besotes.
EliminarLe acabas de hacer a tu hijo un gran regalo. Porque en esta sociedad consumista no sólo de lo físico sino también de los afectos, o se aprende a remar contracorriente, o nos pasamos la vida tirando la toalla al primer contratiempo. Eres una gran madre
ResponderEliminarEso es lo que no quiero. Que al menor problema, tiren la toalla y ¡a otra cosa, mariposa! Pues como el decía a Encarni, muy buena madre no me siento porque en el fondo el niño está sufriendo. Pero es así. La vida es así y tienen que aprender desde chiquititos. Por cierto, ¡me encanta leerte de nuevo! Besotes.
EliminarA veces es dificil dar ese tipo de lecciones porque tambien nos las tienen que dar a nosotras!
ResponderEliminar¡A mi la primera! Por eso intento inculcarselo desde pequeños. A ver si cala. Claro que depende mucho también de cada niño. Besotes.
EliminarHay que ver el daño que nos han hecho las películas de Disney. ¿A tu niño le inflan a hostias en judo y además no le gusta? Qué importa, lo importante es no rendirse... ¿Hace cuatro años que estudias inglés y todavía no has pasado a 2º de la escuela de idiomas? Qué importa, lo importante es no rendirse... ¿Llevas toda la vida haciendo dieta y te has dejado una pasta en intentarlo para nada? Total, lo importante es no rendirse... Y digo yo que ¿no podría un niño probar con otro deporte y si hace falta rendirse y volver a probar con otro con el que realmente disfrute? ¿No será mejor reconocer que hay gente nula para el inglés y que no se les entiende ni cuando dicen yes? ¿Quieres seguir comprándote los vaqueros tres tallas más chicas aunque sepas que se van a pudrir en el armario? Lo dicho niños, no os rindáis y escuchad siempre los sabios consejos de vuestros amiguito el Rey León.
ResponderEliminar¡Pues sí que te ha gustado poco el post! ¡Cuánto lo siento! Aun así te diré que, porque sobrevuelo los cuarenta, soy más de Blancanieves que de El Rey León aunque también me encanta. Y también te diré que sigo pensando que tengo que enseñar a mis hijos a no ser conformistas. A intentarlo hasta el final. Porque si no, creo que no terminarán nada en la vida. Si el año que viene no quiere Judo porque le zurran, le quitaré de judo pero después de haberlo intentado todo el año. Y si tiene tendencia a engordar, le enseñaré a comer sano. Y si no puede con el inglés, que pruebe con el francés pero siempre tras haberlo intentado y peleado. No me gusta que a la primera que les venga mal dadas, que les vendrán, se rindan y cambién. Primero que luchen y si no lo consiguen, por más que peleen, pues entonces que modifique pero siempre después de haberlo intentado. De corazón, muchas gracias por tu visita y tu comentario. Espero que los próximos posts, los leas y te gusten más.
Eliminar¿Y, por qué le ponen a pelear con los mayores? ¿Es muy grande para su edad? ¿No hay niños de su edad en judo?¿Pelea muy bien para su edad y necesita mayor acicate?....Según la respuesta a esas preguntas debería ser la obligatoriedad de seguir aguantando que le hagan daño y haga algo que ya no le gusta ni le produce satisfacción.
ResponderEliminarVamos si hasta yo que sobrevuelo los 50 acabo de aprender que si un libro no me gusta lo abandono, lo dejo, no sigo leyendo...¡me rindo!!!! (Sigo sin leer "La Regenta") Antes no paraba hasta que terminaba cualquier bodrio aunque sólo fuera para decir, ¡menudo bodriazo!
Saludines
mamaosa©
Pelean con los mayores sólo para que vayan superándose. Y seguro que pelean flojito. Y de hecho, no han vuelto a hacerlo. Es que mi hijo es un pelín flojo y a la que no puede o no sabe, se rinde y empieza con el "es que no puedoooo".
EliminarTe diré que yo tampoco termino un libro que no me gusta pero lo intento. Y además, sobrevolando los cuarenta y los cincuenta, tendremos algunas ventajas ¿o no? ;D. Besotes y muchas gracias por la visita y el comentario.
Pues yo estoy con el del Rey León!
ResponderEliminarPorque tú también eres una floja.
Eliminar¡Serás...!
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