Hoy hemos visto “La Ladrona de Libros” y os
la recomiendo encarecidamente. Si no habéis ido a ver ninguna de las otras dos
películas que os he recomendado (“Agosto” y “Qué Hacemos con Masie”) desde
luego, ir a ver esta primero.
Ha sido maravillosa. Trata sobre la dura
vida de una niña de unos doce años en la Alemania Nazi durante los años del 40
al 45. Y no deja indiferente. Como tampoco deja indiferente la actuación de
Geoffrey Rush que es un actor que me gusta en todo lo que hace. Da igual que
sea el profesor del “Discurso del Rey” o el Capitán Barbosa en la serie de “Los
Piratas del Caribe”, ¡es la bomba!
Es una de esas películas de las que sales
hablando y te deja pensando en ella todo el día. De verdad, encontrar el
huequito e ir a verla. Incluso con los niños. El pequeño es demasiado pequeño
pero para la niña de doce y el niño de diez, es perfecta. Además, la mayor se
quiere leer “El Diario de Ana Frank” porque está estudiando todo eso con lo
cual, no puede ser mejor acompañamiento y apoyo para conocer todo aquello.
Y hablando de cine, quería hacer un pequeño
comentario a la Gala de los Goya con todos mis respetos. Les agradecería a
actores, actrices y gente del cine en general que, por favor, nos dejen
disfrutar de la gala. Que hagan uso de su derecho a la intimidad, que tan
vehemente piden otras veces, y que no nos cuenten si son de derechas, de
izquierdas o medio pensionistas. Que no nos cuenten si están en contra o a
favor de la Ley del Aborto. Que sus problemas personales no nos importan igual
que no nos importa si tienen hijos o pareja y si viven en Madrid o Murcia.
No me gusta la política pero sí me gusta el
cine. Y me gusta el cine español y lo consumo pero, estoy hasta las narices de
no poder disfrutar la gala del cine español porque se empeñan en politizarla. Y
¿por qué? Pues esta vez porque no fue el ministro de Cultura, Educación y
Deportes. Y ¿a mi qué? Pues que le den al ministro. Pero, ¿por qué esta relación
de amor-odio? Porque los políticos y la gente del cine se parecen más de lo que
ellos se creen.
Ambos colectivos son egocéntricos y tienen
su nariz metida en su ombligo. A ninguno de los dos colectivos les importa un
pepino lo que piense el ciudadano o el espectador porque siempre, siempre,
están ellos por encima de los demás. Ellos y sólo ellos, son los importantes y
lo demás y, a los demás, se lo pasan por el forro.
El día que unos y otros levanten la cabeza, saquen sus narices de sus profundos ombligos y
miren a los que tienen en frente seguramente, cambiarán las cosas, tanto para
unos como para otros. Y cambiarán para bien.
Para explicar mejor lo que pienso, un
ejemplo o una comparación que, en este caso, no es odiosa.
El ministro es también ministro de deportes,
¿no? ¿Alguien me puede decir si el ministro ha estado alguna vez durante la
entrega de algunos de los muchos trofeos que ha recibido Rafael Nadal? ¿Alguien
me puede decir si Rafael Nadal es de izquierda o de derechas? ¿Alguien me puede
decir qué piensa Rafael Nadal sobre el aborto? ¿Durante alguna de las entregas
de sus muchos trofeos que ha conseguido dejándose las rodillas, la espalda y
las manos, Rafael Nadal ha hablado de algo que no sea agradecimiento y
humildad?
Por favor, gente del cine, dejadnos
disfrutar de eso, del cine. De su glamour. De sus lágrimas por el Goya
conseguido o de sus risas. De sus espectáculos musicales y de sus películas. Lo
demás, lo siento y por mucho que les asombre, no nos importa. Gracias.
Muy bueno , muy bueno!!!!... me parece increíble que todo se politice por que entonces da asco y los del cine llevan politizando esa gala desde hace años. Una pena por que eso enturbia el fin cultural de los Goya.
ResponderEliminarBesos
Hija, no se puede decir mejor: "enturbia el fin cultural de los Goya" Y el que no lo entienda es porque no quiere. Besos.
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