Ayer estuve viendo de nuevo el programa
“Ochéntame otra vez” en el que trataban “Los Años Duros” en los que ETA mataba
a persona por semana y, en los que las huelgas generales y los conflictos
sociales para adaptar y modernizar nuestra sociedad a la europea eran una
constante.
Años duros, no se si más que los de ahora y
tampoco quiero entrar en eso. Pero lo que sí me llamó poderosamente la atención
frente a la época que vivimos actualmente fue, el tabaco.

Me flipó ver a Carlos Solchaga, Ministro de
Economía durante el gobierno de Felipe González, durante un debate en
televisión frente a Marcelino Camacho, dirigente de C.C.O.O fumando como un
carretero y con su cenicerito típico y más ochentero todavía de cristal labrado
en su mesa de debate.
Y ya fue el colmo ver a Fernando Morán,
Ministro de Asuntos Exteriores, dando unas declaraciones a los periodistas ¡sin
quitarse el cigarro de la boca!
Realmente impactante.
Frente a aquello y en comparación con lo de
ahora, me quedo con lo de ahora.
Siempre recuerdo a la madre de una amiga del
cole que fumaba y mucho pero, siempre elegante, nos decía que por la calle una
señora no fumaba. Lo recordaré siempre.
Yo he fumado. Durante una etapa de mi vida,
más joven, vivía con una gran fumadora. Yo no quería que ella se sintiera
culpable porque yo había empezado a fumar con lo cual, siempre tenía una
cerveza en la mano y el cigarrito en la otra. Así, ella pensaba y aceptaba que
yo sólo fumaba cuando estaba de cañas.
Pero llegó un momento que decidí elegir
entre alcohólica o fumadora. ¡Las dos cosas era demasiado! Y preferí ensuciarme
los pulmones.
Fueron unos cuantos años hasta que, en su
boda, me pegué semejante atracón de tabaco que la resaca fue tan asquerosa que
no quise volver a fumar. Y así fue.
Mi marido siempre dice que es un fumador en
excedencia.
El tabaco no es bueno y eso lo sabemos
todos. Tampoco es bueno el alcohol pero yo pienso tomarme unos mojitos con mis
amigos este finde. ¡Sin duda!
Los extremos son malos pero, a lo mejor, el
extremo de ahora frente al tabaco sí es bueno. Y lo digo pensando en mis hijos.
Haré todo lo posible para que ellos no cojan un cigarro en la vida. Y si la
sociedad y las leyes y las normas me ayudan a ello pues, ¡benditas sean! ¿no?
Es verdad!!!, yo también vi el programa y lo de Moran me llamó tanto la atención que precisamente hoy durante el café ha sido el comentario, increíble como hacía declaraciones a la prensa con el cigarro en la boca. visto desde nuestra perspectiva actual de una mala educación increíble y que aspecto de suciedad daba...
ResponderEliminarHemos normalizado la situación de no ver al la gente fumar en lugares públicos y hemos ganado todos.
Besos
Raquel
¡A mi me pasó igual! Me dio repugnancia. Asi que, visto lo visto, me quedo con el ahora. Ymira que me gustan los ochenta pero eso, ¡no! Besos.
EliminarNo sabes lo horroroso que era vivir con fumadores. En clase se fumaba, en la guagua se fumaba, en todos sitios se fumaba. En mis años de Colegio Mayor yo era la única de todo el colegio que no fumaba, lo comprobé. Mi padre en mi casa se fumaba 2 y 3 cajetillas diarias (tuvo después cáncer de laringe) Mi marido, que tampoco ha fumado nunca y que es medio asmático, salía de cada clase con dolor de cabeza y asfixiado, El pelo y la ropa siempre te olían a cigarro... Benditas leyes que han hecho desaparecer de la escena pública al tabaco.
ResponderEliminarSí es verdad. Lo del pelo y la ropa era asqueroso. Salías de marcha y tenías que dejar la ropa colgada en la terraza al llegar porque si la dejabas en la habitación era un olor insoportable. Benditas leyes. Besos.
EliminarEn esa época también fumaba, hace muchísimos años que lo deje y fue lo mejor que hice, me alegro que ahora este mal visto, entonces si eras interesante tenias que fumar, que horror! Un besazo.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Bueno, yo creo que entre los jóvenes sigue sin estar mal visto. Al ir a por los niños al cole, veo salir a los de Bachillerato y fuman apunto del colapso para hacerse los interesantes. Es una cuestión de la edad, imagino. Besos.
EliminarUna cosa que tengo grabada en mi cabeza desde pequeña es la de los profesores fumando en clase. Ahora con el paso de los años me parece increíble que aquello se consintiera.
ResponderEliminarYo llevo 17 años sin fumar y creo que nunca más volveré a fumar por que el tabaco me estaba asqueroso. Para mi el problema del tabaco no es el tabaco en sí , si no que problema tenemos nosotros para abandonarnos a un vicio superadictivo que nos da puntos para adelantar la hora de nuestra muerte.
Los humanos somos idiotas.
Mil besos
Coincido totalmente contigo: los humanos somos tontos de baba. Menos mal que, en algunas pocas cosas, vamos aprendiendo. Besos grandes.
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