Mil perdones por
mi falta del lunes pero estoy con los churumbeles en casa rematando muchos
temas y no me dio la vida para tanto.
Confieso que les
he puesto el “Corazón, Corazón” (por favor, leerlo con la entonación
correspondiente) mientras comíamos y el mediano ha comentado: “¡no fastidies!
Que en este programa siempre hablan de lo mismo. De Isabel Pantoja y su hijo.”
Y así ha sido. Y
la criatura de diez años intentaba entender lo que contaban:
“Pero, ¿por qué
iba a ir a la cárcel?”
Y yo se lo
intentaba explicar cómo podía: “por esconder el dinero de su novio que ganaba
de manera ilegal.”
Y la noticia
seguía hablando de Maite Zaldivar… “pero, ¿ella que hizo mal?”
“Pues también
escondió el dinero de su marido que era el novio de Isabel Pantoja”
Y el niño con los
ojos como platos. Y yo sin querer entrar en detalles. “Déjalo hijo. No es un
tema que entiendas.”
Y sigue el “Corazón,
corazón” con la hija de Ortega Cano (que también está en la cárcel) y la pelea
que tuvo mientras se tomaba una litrona en un parque.
Y los niños
flipando y yo también. Pero, vamos a ver, cuando pongo ese programa lo que
pretendo es que me cuenten cosas glamurosas como fiestas con mujeres y hombres
estupendos como modelos alucinantes y todos felices y contentos. O casas
espectaculares que nunca conseguiremos ni aunque vivamos siete vidas. O lugares
maravillosos donde veranean nuestras celebridades y en las que se las ve con
unos tipos increíbles, tumbados en una hamaca mientras se toman una piña
colada.
Pero no. Lo que
nos cuentan son las miserias más míseras de personajes que no aportan nada a
nuestras vidas. Que para ver cutradas pues ya nos leemos la sección de Sucesos
del periódico. ¿No?
Y ahí tan fina la
presentadora intentando contarnos tanta mierda, con perdón.
Y después te
pones a ver la noticias y te encuentras con lo del Tribunal de Cuentas y sus presuntamente
cien enchufados. Desde el presidente y vicepresidente hasta el de UGT tienen presuntamente
a familiares allí trabajando. De hecho el de UGT creo recordar que no sólo
tenía allí trabajando a su mujer si no también a su ¡ex mujer!
O si no, la Infanta Cristina o los diez mil aforados...
Lo alucino.
Total, que mañana no pongo la tele para comer. Que ya lo dicen los expertos que
no es bueno. Que lo mejor es hablar con los niños aunque ya nos tengamos todo
contado. Que para ver lo que ponen en programas y noticias esperamos a ver la
peli de turno o el dichoso Disney Channel.