No voy al día con el desafío... La semana pasada no subí foto pero, con eso y con todo, voy a seguir...
Esta semana subo esta foto de mi churumbel pequeño disfrutando de una tarde de playita tranquilita y relajada. ¡Dolce far niente! Que dirían los italianos.
¡Qué placer tan grande! Solo ver la foto me relajo.
Mi marido, que es un culo de mal asiento, no puede estar sin actividad. Aguanta tres días máximo en los que, según él, recarga pilas para luego seguir haciendo algo. Eso de subir y bajar a la playa como única ocupación, le supera.
Y yo, que debo ser muy vaga, lo hago sin problema. Me chifla el "slow life" que es como le llaman al "vagueo" ahora. No tengo ningún problema. No me cuesta nada ni siento ningún agobio por no estar realizando alguna actividad. De hecho, estoy realizando una que me gusta de lo lindo: sentarme y mirar el mar. Ver las olas pasar. Escucharlas. Imaginar toda clase de vida submarina con ningún deseo de ir a visitarla. Sólo imaginarla. Y ver pasar a la gente. Gordos. Menos gordos. Tipazos. Chicos con bañador y calzoncillo (¿alguien me lo puede explicar, por favor?). Tatuajes de todos los tipos y en todas las zonas del cuerpo. Adivinar que tetas son verdaderas y cuales postizas. Bañadores y bikinis que me gustan. Otros que me espanta. Una conchita que me trae el niño. Hacer dibujos en la arena con los pies. Un barquito. Otra ola y otra más. Alguien que me salpica. Suele ser mi hijo mediano.
Y así un día y otro. Sin cansarme...