Por lo mucho que valen. Por lo necesario del
desahogo. Por lo bien que te sientes por escuchar y por ser escuchada. Porque
sabes que siempre cuentas con ellas. Con tus amigas cuarentañeras. Para hablar de lo que sea. Desde tus
nuevos proyectos, pasando por tus más íntimas inquietudes, para finalizar
hablando de espíritus y programas de la tele.
Y si, para más inri, el sitio está chulo y se
cena bien, ¡mejor que mejor!
Y ese fue el caso de anoche.
Cenamos en La Contraseña, en la calle Ponzano,
6. Es un sitio en el que es bastante difícil aparcar así que, para evitar
follones, tienen concertado parking gratuito con un garaje que está en la calle
Vargas, 3, a cinco minutos escasos del restaurante.
El sitio no puede ser más bonito. Ni estar
mejor decorado. Y los camareros, y un señor que me explicó cómo llegar al
parking, no pueden ser más amables. La comida, riquísima. El ambiente súper
agradable. Nada de mucho ruido y eso que estaba bastante lleno… Vamos, un sitio
pero que muy, muy recomendable.
Nosotras pedimos para cenar, las croquetas de
carabineros, los huevos con migas extremeñas, las berenjenas con miel de caña y
el pulpo a la parrilla. ¡Todo riquísimo! Y por supuestísimo, no nos saltamos el
postre y pedimos la tarta de zanahoria, las empanadillas de manzana y la
tartaleta de oblea ¡Qué somos muy golosas! ¡Todo espectacular!
Fue una cena diez. Por la compañía, por el
sitio, por el ambiente, por la comida…
¡Un gustazo!
Seguro que vuelvo otro día para enseñárselo a
mi marido. Es otro tipo de comida. Donde también hablamos de cosas importante,
nos hacemos confesiones y planificamos nuestra vida en común y, por supuesto,
la de nuestros hijos. Pero no es nada parecido a una cena con tus amigas. ¡Ni
tiene por qué serlo! Ni tampoco es comparable.
Es bueno poder contar con ambas. Con ambas
compañías. En la vida de una persona, por lo menos en mi vida, mi marido es una
parte primordial y principal pero, mis amigas también. No son comparables pero
sí complementarios. Y me encanta poder compartir estos momentos con ellas.
Es un lujo que espero poder disfrutar por mucho tiempo.
Las amigas son importantísimas y hay que cuidarlas .
ResponderEliminarbesos
¡Totalmente de acuerdo! Besotes.
EliminarTiene algo especial esas cenas que las hacen únicas..
ResponderEliminarBesos
Raquel
Da igual los años que haces que conoces a tus amigas o el tiempo que hayas estado sin verlas, ¡son mágicas! Besotes Raquel.
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