Hoy os iba a hablar sobre un restaurante en el que cené
anoche con mis amigas. Para variar, uno que no nos gustó pero, no va a ser hoy.
No. Porque hoy me voy a cagar en todos los estamentos políticos, burocráticos y
administrativos de esta Comunidad y si sigo, del país.
Porque estoy hasta las pelotas y eso que no tengo. Hoy voy
a ser ordinaria, reivindicativa, protestona, chula… porque quiero, porque me da
la gana y porque estoy harta.

Y os cuento para poneros en situación.
Ayer, aparqué mi coche en casa de mis padres a las doce y
media. Puse el correspondiente ticket de aparcamiento hasta la una y media. Fui
a hacer mi recado y salí a las dos menos veinticinco. Pensé en ampliar desde
allí mismo el ticket de aparacamiento con la dichosa aplicación pero pensé,
“baja corriendo y hazlo desde el coche que, desde donde estás, seguramente será
otra zona”
Así lo hice. Bajé al trote cochinero. Rapidito para que el
empleado de turno no me pusiera la multita de los cojones por diez minutos.
Llegué hasta el coche y, metida dentro del coche, puse la ampliación de
aparcamiento de dos menos cuarto hasta tres y veinte de la tarde.
El coche no se movió ¡ni un milímetro!. No cambió de zona.
La zona elegida fue la de “Posición Actual” y fue la misma que la elegida
anteriormente.
Cuando salgo con mis padres a las tres y veinte para irnos
al médico, me encuentro con el puto papelito blanco cogido al parabrisas del
coche y lógicamente, llamo para avisar que me han puesto mal la multa. Que
estaba aparcado correctamente y que ha debido haber un error en la aplicación
como me ha pasado en otras ocasiones.
Sin embargo, el error está en que la zona que supuestamente
elegí no es la correcta. En vez de la 32 que era la buena, aparece la 36 que no
corresponde.
Y yo estoy segura que puse la 32 pero ¿cómo lo demuestro?
Por supuesto, ahora tengo que esperar a que llegue la
sanción y luego tengo veinte días para alegaciones. Para decir lo mismo que
estoy dicendo aquí.
Para quejarme. Para protestar. Para recurrir… ¿para qué?
Ya le he dicho a la señorita que amablemente me ha
atendido en el 010 que por mi se pueden quedar con el coche, con el piso y con
mi marido y los tres niños sI les da la gana. Que estoy hasta las narices. Que
no pago la sanción. Los, ¡sesenta eurazos de multa! ¡60! Todos robando, todos
corruptos de mierda, todos chupando del bote y los demás pagando multas
injustas y desorbitadas.
¡Qué no la pago! ¡Qué no me da la gana! Que venga el
satélite de la NASA que quieran y que demuestre que mi coche no se movió ¡ni un
milímetro del mismo sitio! Y que miren a la imbecil que bajaba corriendo para
poner el puto ticket correctamente. Que pueden verlo todo. Hasta el color de
las medias (por no decir de las bragas y pasarme de ordinaria) pero sólo si a
ellos les interesa y les conviene. Sólo para su propio beneficio que el del
ciudadano, el beneficio digo, no existe. Sólo existimos cuando hay que pagar.
Que no. Que estoy harta. Hastiada de toda esta panda de
inútiles que sólo saben joder la vida al ciudadano. Todo son trabas. Todo son
impuestos. Todo son dificultades. Facilidades, ¡ni media! Las facilidades para
las Yayas, la Yaya Carmena y la Yaya Espe. Porque para el resto, puteo y más
puteo.
¡Qué hartazgo! ¡Qué necesidad de salir de todo esto!
Y ya os contaré como termina pero, seguro que, como
siempre, el ciudadano, osea yo, tendré las de perder. Perderé el tiempo, la
paciencia y por supuesto, el dinero.
Y ellos, nuestros queridos y queridas, miembros y “miembras”
de nuestros queridos ayuntamientos y regidores nuestros, no pierden ni la vergüenza.
Lo que no te pase a ti con el coche rubia ... vas a tener que hacer fotos de donde lo aparcas! ... Respira hondo ... un, dos, tres, ohmmmmm
ResponderEliminar¡Ay profe! Me pasa todo. ¡Qué horror! Luego te llamo. Besitos.
EliminarEl afán recaudatorio es así y saca de sus casillas a cualquiera. Te entiendo.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Matt. El afán recaudatorio y la poca verguenza. Me tiene hasta los pelos. Muchos besos.
EliminarNo te servirá de nada pero te entiendo perfectamente. Me identifico del todo porque me he visto en situaciones parecidas.
ResponderEliminarNo te creas que el apoyo viene estupendo. Besotes grandes María.
EliminarHola,
ResponderEliminarA nosotros nos pasó lo mismo en Madrid, hace dos años cuando fuimos a Expotarta, somos de Valencia. Y mi marido recurrió la multa, habló con varias personas y al final la tuvimos que pagar con recargo porque si no nos la embargaban directamente de la cuenta y con más recargo aún por mora, así que ánimo! Espero que tengas más suerte que nosotros.
Pues ya os contaré como termina el asunto pero tiene pinta de que terminará como el tuyo. Es su palabra contra la nuestra y ya sabemos quién tiene las de perder en esos casos. Besos Inma.
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