Ya
sabéis que a mi marido le ha dado por el buceo. Os lo he dicho chorrocientas
veces. Y eso hace que nos movamos cual titiriteros por los diferentes sitios
donde él o los niños, bucean.
El
último ha sido el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera “un espacio natural protegido y uno de los
grandes humedales de importancia” situado en Ciudad Real, Castilla-La
Mancha. Donde nace el río
Guadiana. Y donde se encuentra la Cueva
de Montesinos, “donde se da cuenta de la grande aventura de la cueva de
Montesino, que está en el corazón de La Mancha, a quien dio felice cima el
valeroso don Quijote de la Mancha.”
La
verdad es que no llevábamos muchas expectativas puestas en este viaje. De
hecho, estuvimos a punto los niños y yo de quedarnos en Madrid. Pero, al final
nos animamos y fue ¡todo un acierto!
Fue
un viaje rápido. Sólo nos quedamos a dormir la noche del viernes y, ¡menos mal!
porque el hostal no es que fuera malo, era horrible. No por sucio pero sí por
feo y viejo. Lo único digno de mención fue el desayuno del que no tengo foto. Pero vamos, que estuvo bien pero tampoco para tirar cohetes y mucho menos,
fotografiarlo. Así que, al hostal ni lo nombro.
Sin
embargo, fue una gran sorpresa la Cueva de Montesinos, situada en Ossa de Montiel (Albacete) en la que se desarrollan los capítulos del XXII al XXIV de la
segunda parte del famoso libro Don Quijote de la Mancha del que ahora se
celebra el IV Centenario del fallecimiento de su autor, Don Miguel de
Cervantes.
Allí
llegamos los niños y yo y nos apuntamos, como no podía ser de otra manera, a la
visita guiada. El precio de la visita es de 6€ los adultos y 4€ los niños y
dura, alrededor de una hora.
Primero
te enseñan la vegetación autóctona que rodea la entrada a la cueva, "llena de cambroneras y cabrahigos" y que, según
nos explicaron, no es una cueva si no, una sima, "cavidad natural producida por
un hundimiento del terreno".
El
guía fue estupendo y nos mostró, con mucha cordialidad y un trato exquisito
hacia los niños, tanto los murciélagos que habitan la cueva, como las lágrimas que
mencionaba el Quijote e incluso, la figura de Dulcinea, el río que circula más abajo
y que te impide ver "el palacio de cristal" que también vio el famoso hidalgo mientras estuvo en la cueva. ¡Un gran placer que sí os recomiendo!
«Luengos tiempos ha, valeroso caballero don
Quijote de la Mancha, que los que estamos en estas
soledades encantados esperamos verte, para que des
noticia al mundo de lo que encierra y cubre la
profunda cueva por donde has entrado, llamada la
cueva de Montesinos: hazaña solo guardada para
ser acometida de tu invencible corazón y de tu
ánimo estupendo.
Ven conmigo, señor clarísimo, que te quiero
mostrar las maravillas que este transparente
alcázar solapa, de
quien yo soy alcaide y guarda mayor perpetua, porque
soy el mismo Montesinos, de quien la cueva toma
nombre»
Al
salir de allí, nos dirigimos directamente a conocer las Lagunas, no sin antes
tomarnos un aperitivito contemplando ese maravilloso paisaje.
"Solamente faltan
Ruidera y sus hijas y sobrinas, las cuales llorando,
por compasión que debió de tener
Merlín dellas, las convirtió en otras
tantas lagunas, que ahora en el mundo de los vivos y
en la provincia de la Mancha las llaman las lagunas de Ruidera; las
siete son de los reyes de España, y las dos
sobrinas, de los caballeros de una orden
santísima que llaman de San Juan. Guadiana,
vuestro escudero, plañendo asimesmo vuestra
desgracia, fue convertido en un río llamado de
su mesmo nombre, el cual cuando llegó a la
superficie de la tierra y vio el sol del otro cielo,
fue tanto el pesar que sintió de ver que os
dejaba, que se sumergió en las entrañas de
la tierra; pero, como no es posible dejar de acudir a
su natural corriente, de cuando en cuando sale y se
muestra donde el sol y las gentes le vean."
Sin
duda, una excursión muy, muy recomendable a dos horas y media de Madrid. Y más
ahora que estamos en plena repercusión mediática del Quijote y en plena conmemoración. Por todos lados se habla de Cervantes y Shakespeare. ¡Y Sobrevolando no iba a ser menos!
Volvimos
a Ruidera y decidimos comer en el Mesón de Juan. Mesón de comida típica
manchega. Este sí, totalmente recomendable. Comemos rico y a muy buen precio. Y
probamos las gachas manchegas que estaban riquísimas.
Y
¡se acabó el viaje con niños! Pero no nuestro particular homenaje al hidalgo
porque me gustaría visitar el Toboso a ver si nos encontramos con Dulcinea. Y Campo
de Criptana para disfrutar de los molinos de viento… Y ¡tantas cosas por ver y
conocer que no nos da la vida!
Esa zona es preciosa. Por cierto, qué valiente tu marido. A mí me da yuyu el buceo.
ResponderEliminarBesos
¡Y a mí! Yo ni loca buceo pero a él y a los niños les ha dado de fuerte. Besotes.
EliminarHola. unaviaje fabuloso con unas vistas inigualables. Me gustó tu particular homenaje al Quijote. Ya me imagino que disfrutasteis mucho en la visita a la Cueva de Montesinos- Seguimos en contacto
ResponderEliminar¡Fue chulísima! La recomienda totalmente. Besos Marta.
EliminarNo lo conozco y me has metido el gusanillo en el cuerpo, yo tendría que programar más tiempo... es lo malo que tienen vivir en una esquinita del mapa jejeje
ResponderEliminarBesos